Un día frío y con nieve, un hombre bondadoso caminaba por la calle cuando notó que un pobre perro arrastraba su cuerpo por el suelo. el perro parecía estar paralizado y estaba claramente asustado y traumatizado. el hombre se acercó al perro y vio que le tenía mucho miedo a cualquier objeto que se pareciera a un murciélago, como una escoba.
Sintiendo compasión por el perro, el hombre llamó de inmediato a un refugio de animales local para pedir ayuda. el refugio respondió rápidamente y llevó a la perra, a la que llamaron Ellie, a una clínica veterinaria para que le hicieran una tomografía computarizada para determinar la causa de su parálisis.
Después de unos días, el resultado de la tomografía computarizada reveló que Ellie había sido golpeada con un objeto duro, probablemente un murciélago, que comprimió su médula espinal y la dejó paralizada. esto explicaba su miedo a barrer o cualquier objeto similar. Sin embargo, a pesar de esta experiencia traumática, Ellie no había perdido la fe en las personas y aún podía sentir amor.
Con la ayuda de medicamentos antiinflamatorios y fisioterapia, Ellie comenzó a progresar en su recuperación. Aprendió a caminar nuevamente y pudo hacer ejercicios diarios que la ayudaron a mejorar su movilidad.
Finalmente, después de 15 días, Ellie pudo volver a caminar por sí misma. Aunque todavía requería tratamiento continuo y fisioterapia, su progreso fue notable y su rescatista se alegró mucho de ver que el perro que había salvado estaba dando pasos tan asombrosos hacia la recuperación.
Al final, Ellie pudo encontrar un hogar nuevo y amoroso donde pudo continuar con su rehabilitación y vivir la vida que se merecía. Gracias a la amabilidad de su salvador y al trabajo dedicado del refugio de animales y la clínica veterinaria, a Ellie se le dio una segunda oportunidad en la vida y la abrazó con todo su corazón.
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